domingo, 24 de mayo de 2009

Suiza no está preparada para el calor

Lausanne, 24 de mayo de 2009, 17:03. 31ºC de temperatura.

Suiza está muy bien preparada para el invierno. Todas sus casas están bien aisladas y hasta que no llegaron las temperaturas bajo cero ni tuve que encender el radiador de mi habitación. Si hablamos del otro extremo del termómetro, puedo aventurar que Suiza será la primera en desaparecer por los efectos del cambio climático.

Toda persona que esté en su casa cuando las temperaturas empiecen a superar los 35ºC morirá irremisiblemente. Sus paredes, hechas de material refractario, transmitirán hacia el interior toda la energía calorífica del exterior y los suizos, precavidos, estrictos, cuadrados como pocos, no saldrán de casa por creer que dentro estarán a salvo.

El gobierno, ante la alarma social causada por los fallecimientos a miles y por el olor nausabuendo, y carente de un protocolo de actuación, ordenará a todos sus habitantes que se refugien inmediatamente en los búnkeres nucleares (sí, todos los suizos tienen búnkeres en sus casas), pero será solo el siguiente paso en su camino a la extinción. Los búnkeres están preparados para el invierno nuclear tantas veces anunciado, y su sistema de captación de calor es aún más eficiente que las paredes habituales de las casas.

Los primeros días las bajas se contaran ya por decenas de miles. El resto de la población no lo notará gracias al aislamiento de los búnkeres, que no permitirán el paso del olor, y poco a poco la nación suiza sucumbirá. Incluso en los grandes búnkeres como los municipales (sí, hay búnkeres municipales), a pesar de ver como sus compañeros caen, su cerebro suizo impedirá que aflore el instinto de supervivencia y se limitarán a cumplir las últimas órdenes de su gobierno, gobierno también muerto debido al calor de su búnker, el mejor de los búnkeres y por lo tanto el primero en matar a sus ocupantes.

Este es el fin de la nación helvética. He dicho.

Vaya calor que hace en mi habitación...

3 comentarios:

Unknown dijo...

cuando vengas ya te daremos uno de esos ventiladores chiquitines de la abuela, aunque igual el edificio en cuanto detecte el minimo rastro de aire frio enciende la calefaccion!

Miguel dijo...

jaja, pues no te extrañe que ese mecanismo secreto aceche para asestar el golpe definitivo...

Me tengo que comprar un ventilador, porque trabajo casi todos los días en casa.

Unknown dijo...

Siempre te queda la opcion de meter ina sabana mojada en la nevera y luego ponertela en la cabeza